Cómo saber que tu pequeño tiene el síndrome del emperador.
- Recurre a las amenazas y a la violencia para poder lograr lo que desea en cada momento. Es más, durante la adolescencia puede llegar a agredir a sus familiares.
- Conoce las debilidades de sus padres y sabe qué utilizar para conseguir sus propósitos.
- No tolera jamás la frustración.
¿Qué es el niño emperador?
Lo primero es saber qué se esconde tras esa denominación. Pues bien, podemos establecer que se utiliza ese término para referirse a los pequeños que se vienen a convertir básicamente en los dueños de la casa y de la familia. Y es que llegan a determinar desde lo que se come o se cena hasta el programa que se ve en televisión pasando por cómo van a pasar el fin de semana e incluso a la hora que hay que irse a dormir.
Es más, para poder conseguir cualquier cosa que deseen recurren a los gritos, a la violencia física y verbal sobre los miembros de la familia, a las fuertes pataletas…Y todo eso sin pasar por alto que no muestran pena ni empatía ni tampoco remordimientos o arrepentimiento por los actos que llevan a cabo.
¿Cómo evitar que el hijo se convierta en un niño emperador?
Si quieres evitar por todos los medios que tu hijo se convierta en esa persona autoritaria y despótica de la que hemos estado hablando es necesario que sigas medidas y recomendaciones como estas:
- Desde temprana edad, en casa hay que fijar a los niños no solo unas normas sino también unos límites. Es más, se les debe enseñar que si no cumplen aquellas o si se saltan esos tendrán que asumir las consecuencias de sus actos, que se pueden presentar en forma de castigo.
- Por supuesto, en el hogar se deben fomentar valores como la tolerancia y el respeto hacia los demás.
- Bajo ningún concepto, en la familia se debe recurrir a la violencia, en cualquiera de sus formas, para solucionar los conflictos. Siempre hay que recurrir al diálogo.
- Es importante que aprendan que no siempre se puede tener lo que desea. Y es que gestionar esa frustración es una útil enseñanza no solo para la infancia sino también para toda su vida.
- Por supuesto, es esencial que padres e hijos compartan tiempo y disfruten juntos de actividades de diversa índole.
- También es vital enseñar a los hijos el valor del trabajo y del esfuerzopara alcanzar los objetivos que se persiguen. Esta es una enseñanza que les permitirá descubrir que para obtener lo que se desea hay que luchar y tener constancia.
- De la misma manera, desde que los menores son pequeños hay que evitar sobreprotegerles e incluso también el ser permisivos con todo lo que hacen o dicen. Deben aprender a asumir las consecuencias de sus actos, tanto si son aciertos como si son fallos.
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